Villarejo asegura que «trabajó» con la podemita Gloria Elizo y que usó su despacho como «un buzón»
El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha asegurado este lunes que la diputada podemita y ex responsable del equipo jurídico de la formación morada, Gloria Elizo, trabajó con él. El ex agente infiltrado ha manifestado que pagó «unos honorarios» a la actual vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados, además de haber utilizado su despacho como «buzón».
El comisario jubilado se ha pronunciado antes de acudir a la reanudación del juicio que se sigue por él en la Audiencia Nacional tras ser preguntado si solicitará la expulsión de la causa de Podemos, que ejerce como acusación popular en el procedimiento. «No tengo interés. Lo único que puedo decir es que gente muy importante como en otro tiempo mi buena amiga Gloria trabajó conmigo y ahora es responsable de temas jurídicos», ha explicado.
Elizo abrió su despacho de abogados en el año 2005 y está ubicado en la calle Nicasio Gallego número 19. Villarejo ha reconocido que le «apetece» que la formación morada siga «inquiriendo y preguntando cosas que deben de salir a la luz» en el juicio por las piezas ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’.
Colaboró en el montaje del caso Dina
El abogado purgado de Podemos, José Manuel Calvente, declaró al juez Manuel García-Castellón que Pablo Iglesias mintió al magistrado «a sabiendas» en su comparecencia de marzo de 2019, para presentarse como una supuesta víctima de lo que los morados denominaron «cloacas del Estado». El ex líder de Podemos llevó a cabo esta farsa, con la ayuda de la entonces coordinadora del equipo jurídico de Podemos Gloria Elizo, en un intento desesperado de frenar la sangría de votos que sufría el partido de extrema izquierda en la campaña de las Elecciones Generales del 28 de abril de 2019.
El testigo desveló al juez que la formación morada barajaba la posibilidad de que el asunto relativo al más que dudoso robo del teléfono de Dina Bousselham, no fuera más que una filtración desde dentro del partido debido a una «batalla interna» entre errejonistas y pablistas. Entonces, se puso en marcha un gabinete de crisis. «Me dijeron que se creó un comité de crisis y se diseñó una estrategia muy sencilla: ‘Vamos a utilizar el caso Villarejo en beneficio político. Conseguiremos que Iglesias sea llamado a declarar’», aseguró el letrado purgado.
Un mes después, García-Castellón concluyó que Pablo Iglesias utilizó «fraudulentamente» el caso Dina-Iglesias para «lograr algún tipo de ventaja electoral». Añadió: «Pese a conocer el carácter falsario de las acusaciones que pretendía sostener, logrando, además, al acusar al Sr. Inda, la paralización del fallo que pendía en la Sala Primera del Tribunal Supremo». El magistrado elevó una exposición razonada al Alto Tribunal en el que solicitaba la imputación de Pablo Iglesias por la presunta comisión de delitos de denuncia falsa y/o simulación de delito, descubrimiento y revelación de secretos -con agravante de género- y delitos de daños informáticos; Dina Bousselham y Ricardo Sa Ferreira como autores de un posible delito de falso testimonio; y la ex coordinadora del equipo jurídico del partido Gloria Elizo y a los letrados Raúl Carballedo y Marta Flor, quienes habrían actuado de común acuerdo con Iglesias.
«Lograr rédito electoral»
«Pablo Iglesias ve en la aparición de los archivos» sobre el teléfono móvil de Dina Bousselham, que aparecieron en el domicilio del comisario Villarejo, «una oportunidad para lograr un rédito electoral, aparentando ser víctima de una actuación del comisario Villarejo», según el juez. En ese momento, el líder de Podemos «ordena Gloria Elizo, a través de Marta Flor Núñez, repetir de nuevo, y a sabiendas de su falsedad, la denuncia en la que se simule la conexión material y temporal entre la desaparición de los objetos de Dina Bousselham y la publicación de las imágenes en OKDIARIO», en referencia al chat en el que Iglesias dijo que “azotaría hasta que sangrase” a Mariló Montero. Con esta vinculación Iglesias pretendía señalar al periódico que dirige Eduardo Inda de formar parte de una especie de conspiración junto con Villarejo para derrocar al partido morado.